
Roble francés, americano, inglés o europeo, seleccionamos los árboles con 150 y 200 años de edad mínimo.
En nuestro parque de maduración de Coñac, la madera es sometida a un proceso de maduración pro-activa que dura una media de 24 meses.
En las manos expertas del tonelero la tabla se transforma en duela.
Con la ayuda de herramientas tradicionales, el maestro tonelero fabrica el casco de las barricas.
Comienza entonces la magia del fuego: un vals en tres tiempos.
Una vez el casco y las testas montadas, llega la hora de los retoques finales.
Estamos presentes en todas las regiones vinícolas del mundo y servimos cada año a 4 500 clientes repartidos en los 5 continentes.